El cuerpo de Nicol fue rescatado entre los escombros

La menor de 13 años de edad fue víctima de un deslizamiento de tierra que dejó sepultada su vivienda en la vereda Santa Helena del centro poblado Mesitas, zona rural del municipio de Aipe, norte del Huila. La pequeña sería la primera persona que fallece por la ola invernal en el departamento.

Dramáticas fueron todas las horas de búsqueda, en que los campesinos de la zona, con picas y palas, escarbaron bajo la lluvia sin importar el riesgo inminente de un nuevo desastre.

El desconsuelo y la angustia inició sobre la medianoche del pasado miércoles, cuando un deslizamiento de tierra sorprendió a una familia agricultora residente de la vereda Santa Helena del centro poblado Mesitas en zona rural del municipio de Aipe, Huila.

El sueño se volvió una pesadilla para los padres de Nicol Sharith Andrade Lasso, en el primer momento, en que se percataron que la menor no había logrado salir de la casa, luego que la montaña se les viniera encima. Las fuertes lluvias y precipitaciones que han golpeado fuertemente el departamento, ocasionaron el debilitamiento de la capa vegetal, dando como resultado esta tragedia.

Los habitantes de este sector abandonado por el Gobierno local, regional y nacional, tuvieron que ingeniárselas, para poder iniciar las labores de remoción de tierra y búsqueda de la niña de 13 años, quien había quedado sepultada.

La esperanza no estaba pérdida, las oraciones de la familia y de la comunidad, pedían al todo poderoso un milagro, que consistía, en que Nicol fuera hallada con vida. Su único salvador era quien podía iluminar y llenar de sabiduría a los moradores, quienes no descansaban con tal de prestarle los primeros auxilios a la menor de edad.

Pasaron aproximadamente 36 horas, entre las cuales, se evidenció que no hubo un oportuno apoyo de las unidades de rescate. Los Bomberos de Aipe y Palermo quienes se trasladaron hasta la zona para colaborar en la emergencia, tardaron mucho en llegar por las dificultades que tuvieron al movilizarse en las pésimas condiciones de las vías de acceso que tiene este centro poblado de Aipe.

Entre los derrumbes y la tormenta, lograron finalmente arribar a cumplir con su objetivo, que era rescatar a la niña, ansiada por sus dos padres con quienes convivía. Desde allí se coordinó el traslado de maquinaria amarilla con la que se tenía estimado agilizar los trabajos adelantados por los vecinos.

Volvió a llegar la noche y el desasosiego no daba por terminado el llanto de sus progenitores. La incansable labor no tuvo fin, sino hasta el mediodía de ayer viernes, cuando los restos mortales de Nicol Sharith fueron encontrados. Aunque ella no estaba con vida, la tranquilidad retornó en un frío dolor por la irreparable pérdida humana.

CORTESIA DE www.lanacion.com.co