Señalan a influencer paisa de supuesta estafa por whatsapp
- luis2012198726
- 13 sept 2022
- 3 Min. de lectura

Señalan a influencer paisa de supuesta estafa
Sobre Laura Mejía Sanín, quien se perfila en redes como experta en comunicación y marketing, recaen decenas de testimonios por presunta estafa y abuso de confianza.

Lo que inicialmente parecía ser solo un relato a modo de desagravio para dos amigas con una situación desagradable en común, se convirtió en la punta del iceberg de una serie de denuncias contra una influenciadora paisa a quien decenas de personas señalan hoy como una estafadora.
La comunicadora Águeda Villa publicó el pasado 7 de septiembre una historia en Medium titulada: “Emprendedora, escritora, periodista... ¿estafadora?” en el que relataba las historias de Stefanía y María Camila a quienes la influencer Laura Mejía Sanín había dejado viendo un chispero, a la primera tras contratar de Mejía unos servicios de asesoría para redes sociales que pagó por adelantado y no recibió; y a la segunda, tras venderle una torta personalizada de su repostería y creer en la palabra de la influencer esperando un pago contraentrega por el cual tuvo que pelear durante varios meses para que finalmente le fueran saldados.
Sin embargo, aunque en dicho texto no se mencionó directamente el nombre, sí dejó claro de quién se trataba. Por ello, luego de la difusión del blog empezaron a llegar decenas de testimonios, con pruebas, que demostraban un modus operandi de la mujer, que acabó descubriendo una historia más compleja”. El surgimiento de 14 testimonios (que a hoy ya van en 19) motivó la publicación de una nueva entrada en Medium para ampliar las denuncias que llegaron.
La mujer en cuestión, Laura Mejía Sanín, se describe en su cuenta de Instagram (@lauramejiasa) en la que cuenta con más de 15.000 seguidores como una exitosa empresaria, escritora, periodista y experta en innovación digital. Allí presume sesiones fotográficas como modelo para marcas, su participación en la antología de un libro y como columnista en varias publicaciones.
Lo que develaron los testimonios es que lo que podrían parecer como situaciones e impases particulares se convirtieron en un posible patrón, un modus operandi, a través del cual la mujer habría incumplido pagos, se habría hecho a servicios y productos de varias personas y habría asaltado la buena fe de sus seguidores.
“Lo que al principio se veía como mala suerte es al parecer el comportamiento habitual de esta mujer. Las personas que me escribieron sostienen haber recibido videos de ella grabados con la cámara frontal de su celular desde el hospital, mensajes de WhatsApp con la voz entrecortada en los que describía varios problemas e inconvenientes para ponerse al día con la deuda, fallas en la aplicación de su banco, resonancias magnéticas, hospitalizaciones, enfermedades terminales para sus familiares más cercanos y cadenas larguísimas de correo para posponer al máximo el pago de sus deberes económicos con los demás”, señaló la segunda publicación titulada: “Es hora de hablar”.
Entre las personas denunciantes hay afectados que señalan que Laura Mejía les adeuda $5 millones y hasta $9 millones. También arrendamientos y pagos por servicios realizados.



Tras la primera publicación, la influenciadora le habría señalado a varias personas que compartieron la historia que había instaurado una denuncia en Fiscalía por calumnia, a pesar de que la primera publicación no figuraba ni su nombre ni su imagen por ninguna parte.
La mujer se ha defendido a través de las redes sociales rechazando la información que a través de artículos, publicaciones y grupos de Whatsapp ha circulado sobre ella. Aseguró que estos señalamientos se encuentran en proceso en Fiscalía.

Por su parte, las personas afectadas se están organizando en grupos y aunque aseguran que ya la están denunciando en Fiscalía creen que poco puede hacer la justicia por las bajas cuantías de las presuntas estafas y las dilaciones para investigar los casos. Sin embargo, varios dicen que están dispuestos a ampliar sus testimonios, que hasta ahora han sido anónimos, para que ninguna otra persona caiga en las supuestas estafas de las que fueron víctimas.
El espacio en este medio para recibir la posición de la comunicadora queda abierto.
TOMADO DE www.elcolombiano.com
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