Daniel Sancho aceptó sostener una relación sentimental con Edwin Arrieta

Medios locales obtuvieron parte de la declaración que Daniel Sancho dio a las autoridades de la isla tailandesa de Koh Phangan, en las que confirma que sí tenía una relación sentimental clandestina con el médico colombiano Edwin Arrieta y denunció ser extorsionado con la publicación de fotos íntimas.

El medio local tailandés, Bangkok Post, obtuvo detalles de la declaración que dio el chef español Daniel Sancho a las autoridades tras ser detenido por el macabro asesinado del médico colombiano Edwin Arrieta.

De acuerdo con este periódico, el español de 29 años y el cirujano plástico de 44 se conocieron a vía Instagram y comenzaron a entablar conversaciones por esta red.

Después de conocerse un poco y confesarse su gusto mutuo, la pareja comenzó a enviarse fotos con alto contenido sexual.

Semanas después concretaron reunirse en Madrid y fue allí cuando comenzó la relación. En diciembre el médico invirtió en negocios de su victimario, pero se confundieron los negocios con los sentimientos.

Sancho insiste en terminar la relación sentimental pero Arrieta se habría negado. Allí habría comenzado la extorsión, pues el español insiste que Arrieta lo amenzaba con publicar sus fotos sexuales si no continuaba la relación.

Dice el Bangkok Post, que según la propia declaración de Daniel Sancho, el joven se sentía en una “jaula de cristal” y decidió ponerle fin a su relación con el colombiano en múltiples oportunidades.

La policía de Koh Phangan indica que el asesinato fue premeditado y que Arrieta habría planeado visitar Tailandia con el único propósito de realizar el macabro crimen.

También indicaron que no hay testigos que sostengan la versión de Sancho, que explicó que cuando le pidió al médico que terminaran este se molestó y comenzó una fuerte pelea. Esa riña terminó en un golpe accidental que le causó la muerte al colombiano.

Pero además de que los huespedes del hotel no oyeron peleas ni ruidos sospechosos, la policía tiene videos de Sancho un día antes del crimen comprando los utensilios con los que desmembró a su víctima.